"La voz de los chicos" revista escolar Esc.Rep. México

Algo nuevo sucede en los recreos… y en la terraza… (por Lic. Lucia Guevara)

A comienzo de octubre, algo distinto comenzó a pasar en los recreos. En el rinconcito de juego y en la biblioteca había unas “seños” nuevas, con unos cartelitos con sus nombres y con muchas ganas de jugar y conocerlos. Ellas son Cecilia, Katherina y Laura, las futuras psicólogas que han llegado a la escuela para trabajar para una materia de la universidad.

Su trabajo era jugar y escucharlos. Porque los psicólogos, aunque no lo crean, también jugamos. Para conocerlos, para aprender juegos nuevos y para enseñar otros que no conocen.

También a los psicólogos nos gusta mucho escuchar… tenemos un gran oído… nos gusta escuchar cuentos, canciones, secretos, algún que otro chisme, tristezas, sueños, preguntas…y ¡hasta insultos! (lo último no nos gusta tanto pero lo podemos escuchar también).

La palabra escuchar, tiene su origen en la palabra ¨auscultar” que es poner el oído en el corazón del otro. Los doctores usan el estetoscopio, nosotros usamos nuestro gran oído que, como músicos, vamos desarrollando para encontrar entre tantas palabras el corazoncito de los niños y los adultos. ¡Esto no quiere de decir que todos los psicólogos somos orejones! (aunque puede haber alguno que otro dando vueltas).

Y… como en el recreo se podía jugar mucho, pero escuchar poco, es que las chicas buscaron un lugar tranquilo para poder charlar y estar con ustedes para conocerlos mejor. ¡Que mejor lugar que la entrada a la terraza! Allí escaleras arriba, como si fuese un escondite donde se guardan secretos y buscan tesoros.

De ésta manera, se los fue invitando para jugar, escuchar, conocerlos y también ayudarlos. Porque a los psicólogos también, nos encanta ayudar, pensar soluciones conjuntas, dar algún que otro consejos y enseñar trucos que nos ayuden a lidiar con las cosas que nos resultan difíciles.

Es nuestro primer año en la escuela, y queremos estar muchos más. Las “seños“: Ceci, Kathi y Laura han abierto esta puerta. Cuando termine su tiempo se irán habiendo aprendido muchos juegos nuevos, llevando en sus bolsillos y carpetas hermosos recuerdos. En su memoria los nombres, caras y corazones de los niños con quienes jugaron. A quienes “escucharon”.

Es nuestro deseo que ustedes también llenen los bolsillos de sus guardapolvos, con los juegos nuevos que les hayan enseñado, sus palabras y “los trucos”. Y sobre todo que les sirvan y los ayuden en aquellas cosas que les resultaban difíciles y de repente ya no lo son tanto…

Porque ¡ah! ¡Se me olvidaba…! los psicológos creemos mucho, mucho, mucho en que las personas pueden aprender y cambiar.

En realidad, creemos en las personas una y otra vez…, y otra vez…y otra vez más, ya que las personas y su bienestar es el objetivo que alimenta nuestra tarea.

¡Desde la fundación gracias a la comunidad educativa y a los niños por tan lindo recibimiento y apertura!


(Año 2011).